[GUIA] MONITORES PARA PROFESIONALES IV : Resolución y Tamaño


Es habitual en los estudios encontrarnos todo un crisol de monitores distintos, incluso recurrimos a reaprovechar monitores antiguos como pantalla auxiliares para aumentar nuestra productividad. Pero el mundo de los monitores está cambiando muy rápidamente con la llegada de monitores de gran formato y resoluciones mayores a los 1080p a los que estamos acostumbrados. 

El monitor es nuestra conexión con el ordenador y como tal condiciona en gran medida nuestro rendimiento. Con los años hemos ido olvidando los monitores CRT y esos primeros TFT iluminados por fluorescentes, para dejar paso a la tecnología LED que nos ha traído monitores más grandes, más brillantes, con mayor resolución y mejor precisión de colores.

Durante años nos hemos quedado estancados en los monitores Full HD (1920x1080) de 21-24", sin embargo ahora contamos con un catálogo tan amplio de resoluciones, tamaños y tecnologías que resulta difícil decidirnos entre tantas opciones.


Resolución y Tamaño en monitores


Actualmente tenemos 3 resoluciones principales (1080p, 1440p y 2160p), donde el número corresponde a la cantidad de líneas verticales en pantalla, aunque solemos reconocerlas por sus nombres comerciales (Full HD, 2K y 4K). Una mayor resolución nos aporta no sólo una mayor definición, sino que nos permite ir a tamaños mayores y/o distancias menores de uso.


Imagen relacionada


Por otro lado, el tamaño de las pantallas también está cambiando, así como su formato. Hasta ahora lo normal eran las 24" en formato panorámico (16:9), pero ahora podemos encontrar pantalla con formatos ultrapanorámicos, con una relación de imagen que normalmente es de 21:9 (pero se empiezan a popularizar también modelos 32:9) que son fantásticos para sustituir las combinaciones multimonitor, tan habituales en los estudios. 


Resultado de imagen de densidad de pixels

Y la tendencia del mercado es seguir apostando por el crecimiento en tamaño y resolución. Ese crecimiento en paralelo nos permite seguir trabajando a la misma distancia del monitor (entorno a 60cm normalmente) mientras que nuestro espacio de trabajo crece exponencialmente y además mejorando también la definición, alcanzando densidades de pixels superiores a los 140dpi de un portátil

Subiendo la apuesta... ¿dónde está el límite?

La realidad es que tenemos que centrarnos y tener claras nuestras necesidades y posibilidades antes de salir al abrumador mercado de monitores... porque no siempre más grande es mejor.

- ¿Qué tipo de tareas realizo?  

Principalmente esta pregunta nos va a determinar el formato por el que debemos apostar. Los formatos ultrawide son sensacionales para optimizar nuestra productividad en multitarea, pudiendo tener múltiples programas abiertos al mismo tiempo y cambiar de un entorno a otro con un simple giro de cabeza, siendo sensacionales para sustituir configuraciones multimonitor.

Sin embargo aquellos profesionales cuyo trabajo se centra un 80-90% del tiempo en el manejo de un mismo programa cada vez, posiblemente prefieran sacrificar parte de ese espacio lateral por tener un mejor panel o un monitor más grande... siempre que se adecue a nuestra distancia de uso.

- ¿Qué tamaño se adapta mejor a mis necesidades?

Aquí tendremos que tener en cuenta tanto nuestro espacio de trabajo como nuestra agudeza visual. Una vez decidido el formato que queremos, lo primero será delimitar el tamaño, cogiendo siempre el monitor más grande que encaje con tu espacio de trabajo (y distancia de uso). Y tu agudeza visual (y la distancia de trabajo) serán claves para apostar por una mayor o menor resolución.

- ¿Qué resolución cojo entonces?

Depende de qué busques maximizar y de lo que se ajuste más a tu presupuesto. Si tu agudeza visual no es muy alta, no tiene sentido irnos a una resolución 2160p para luego abusar de escalado de Windows, no vas a notar mejora, tu ordenador irá más lento y tendrás problemas de visualización con la interfaz de algunos programas.

Si tuvieras una agudeza media, los 1440p para tamaños 27" y 34" (ultrawide) son el equilibrio perfecto entre rendimiento y definición... y de hecho es la resolución que va a convertirse en estándar a corto plazo.

Y sólo si tu agudeza es muy buena, si vas a tener el monitor muy cerca o si vas a tamaños grandes, entonces apuesta por el 4K, ya que vas a rentabilizar el extra de carga gráfica que supone a tu PC.



Al final siempre acabamos llegando al mismo punto: la distancia de uso. Y es que sin duda es el elemento más clave de todos ya que condiciona totalmente nuestra experiencia del monitor y nuestro aprovechamiento del mismo. Así que os espero en la siguiente parte de la guía para hablar más en profundidad de distancias y densidad de pixels.

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