Optimización de modelos para impresión 3D


Cada método de impresión 3D tiene sus limitaciones y como ya hemos visto en "así funciona la impresión 3D" conocerlas nos permite poder adelantarnos a los acontecimientos, incluso desde antes de empezar a modelar nuestro objeto.

Lo primero es tener claro el tamaño que queremos que tenga la pieza impresa y el nivel de detalle que vamos a darle. Una impresión con un tamaño de capa mayor nos va a permitir impresiones más rápidas, pero a costa de perder detalle... por lo que es fundamental tener claro los grosores mínimos de impresión que vamos a utilizar.

Lo siguiente es saber qué orientación vamos a darle a nuestro modelo, ya que si jugamos bien nuestras cartas podemos optimizar sus tiempos de impresión, ahorrando tiempo y dinero al evitar el uso de soportes o reduciendo al mínimo las retracciones.


Resultado de imagen de impresion 3d



Las impresiones no tienen porqué ser monolíticas, podemos imprimir nuestro modelo en varias piezas para su posterior ensamblado, incluso alternarlas con otras técnicas de prototipado o fabricación de maquetas. Otra posibilidad es cortar los modelos cuando ya los tenemos en formato STL, algo muy habitual. Dedicar algo de tiempo a optimizar el despiece el modelo nos ahorrará tiempo de impresión (menos soportes) y dolores de cabeza (piezas que tenemos que repetir porque no quedaron bien).

Debemos tener muy en cuenta el contacto con la base, pues es uno de los puntos críticos... ¡son los cimientos de nuestra impresión!. Dependiendo del material que utilicemos, se suele requerir el uso de la cama caliente (hotbed) para evitar que las piezas se despeguen. Suele ser interesante en la mayoría de materiales el uso de cristal de boro-silicato en la base y podemos ayudarnos con laca para maximizar la fijación.





De modo que una buena estrategia es utilizar la mayor superficie plana del modelo para que esté en contacto con la base... aunque las necesidades de cada modelo son diferentes y con un poco de experiencia iremos sabiendo. Por ejemplo en la imagen vemos que han cortado la parte de la cubierta para evitar que esos voladizos tan finos quedaran comprometidos. Y es que los huecos, entrantes, voladizos y en general cualquier superficie que quede "hacia abajo" va a suponer un reto a la hora de imprimir, necesitando el uso de soportes.

Hemos hablado de los espesores mínimos que necesitamos para cada grosor de capa, pero a su vez también tenemos que conocer las tolerancias de nuestra impresora para el grosor de capa elegido. En una impresión 3D (como en una maqueta) lo importante no es la fidelidad 100% exacta del modelo con la construcción del edificio, sino que la representación sea buena. Exagerar ciertos detalles o dotar de más profundidad a entrantes y salientes, va a darle más presencia a la impresión 3D, permitiendo la aparición de sombras en el modelo, lo que siempre le da volumen y peso a la pieza.


Resultado de imagen de 3d printed building model


No tengas miedo de partir una impresión 3D en varias partes (tanto en horizontal como en vertical, puede ser una oportunidad para enseñar alguno de los espacios interiores de tu edificio o alguna de las vistas de patios o elementos que de otra forma no son accesibles. Eso sí, ten en cuenta que los espacios adintelados van a necesitar soportes, así que no abuses de ésta técnica.

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