Dale una oportunidad a la impresión 3D












Las maquetas siempre han sido uno de los métodos más eficaces para transmitir nuestros proyectos de forma muy visual. Al cliente le encanta poder ver físicamente el aspecto que tendrá el proyecto, sus proporciones y los detalles... y de cara a un concurso puede ser un elemento diferenciador.

Además son una herramienta de trabajo que nos permite trabajar con cierta abstracción, sobretodo cuando contamos con varios edificios, topografía, entorno, preexistencias...  y mediante iteraciones ir acercándonos hacia nuestro diseño final y discernir si los cambios realizados funcionan visualmente o no. Y no sólo de forma volumétrica, incluso podemos hacer maquetas de distribución interior o maquetas a escala de prefabricados que vamos a encargar.




Pero no sólo es algo exclusivo de los estudios de arquitectura. Ingenierías de todo tipo, diseñadores industriales, empresas destinadas a la fabricación... todos antes o después necesitan crear maquetas a escala de sus proyectos. Y en muchos casos también reproducir en detalle partes aisladas de los mismos o prototipos.

Hacer maquetas cuesta tiempo y dinero del que no siempre disponemos (sobretodo tiempo) y es un trabajo que muchas veces se acaba externalizando... algo que puede estar bien para una maqueta "finalista" pero que no será de ayuda en estadios intermedios.



Durante años, la impresión 3D era percibida como algo bastante complejo, tenías que decidirte entre máquinas profesionales (muy caras) o máquinas que requieren ciertos conocimientos para su montaje, calibrado y mantenimiento. Al final, si tenías que recurrir a la impresión 3D por la complejidad de su prototipado... volvíamos a la opción de la externalización.




Sin embargo, la impresión 3D está aquí para quedarse y las máquinas se han ido simplificando y abaratando, tanto que deberías darles una oportunidad. Entre los 150-300€ tenemos impresoras muy funcionales para poder realizar pequeñas maquetas, detalles a escala y pequeños prototipos...
y por poco más de 400-500€ tenemos acceso a máquinas que están ya un escalón por encima y que perfectamente las podríamos tener dedicadas a fabricación de prototipos 24/7.

Al comprar una impresora 3D no compramos un paquete cerrado, sino que está abierto a mejoras posteriores, sustitución de elementos por desgaste, actualizaciones, implementación de nuevas funciones, poder utilizar materiales más técnicos... pero sobretodo va servirnos de un primer acercamiento a la fabricación CNC.

Comentarios